Caperucita ojos de miel
En medio del bosque iba caminando
con un canasto en la mano, grité cuando
vi al lobo, ese pequeño lobo que siempre me persigue y al que le tengo pavor
desde que mi madre me advirtió que era una parrandero y es que siempre que se
me acerca jamás sé que es lo que quiere, solo llega, me acosa y se va y vaya
que no soy tan bonita. Esa tarde soleada en medio de el bosque fresco con olor
a pinos y me llegaba el aire fresco del amanecer de la primavera.
Mi madre me envió a comprar fruta al mercado porque mi tierna y
adorable abuelita hace cockteles para vender en el tianguis del miércoles,
bueno como iba diciendo, ese día soleado en esa mañana de abril se me acercó el
horrible lobo con sus garras tan feroces y sus dientes afilados queriéndome
comer.
Sí, comer a besos, eso creería todo el mundo o también, y acá
entre nos, yo eso deseaba desde hace ya algún tiempo, pues ese día que se me
acercó el lobo, estaba dispuesta a no dejarlo ir sin saber sobre sus negras
intenciones. Aquel día, algo hizo más interesante al lobo frente a mis ojos, ese
día se me hizo especialmente atractivo.
Pero vaya sorpresa cuando vino hacia y mí y me dijo con voz ronca
pero un tanto afeminada —Hola Capota Rosa, ¿qué haces por
mis caminos? —, yo con voz tímida y tierna, pero
con excitada, ya imaginando cosas inenarrables, le dije —vengo a comprar fruta para mi abuela, pero en realidad quería
encontrarte—.
Con esa misma voz afeminada me contestó algo soprendente —Yo también quería verte querida Capota, hace rato que quería decirte
algo que ya no me puedo callar —Guardó silencio por un par de segundos, como no
sabiendo expresar de qué manera decir lo que se traía en la punta de la lengua,
por supuesto yo ya estaba realmente excitada y ansiosa al esperar que sucedería
después de que lo pronunciara, cuánto gozaría al estar con él…
Cuando de pronto abrió la
boca para decirme con su voz ganzuda de maricón —¿Cuál es tu secreto para verte
tan bien?, pásame el tip, mana, que mi marido estará ansioso de verme con ese
look fabuloso que te cargas—.
Comentarios
Publicar un comentario