A un alma tan poco enamorada

Al profeta, tercer hijo de David

Me partes el corazón al decirme eso y es que realmente creí que tú me podías querer y hacer feliz toda la vida, pero no puedo hacer nada contra tu voluntad, porque si fuera por mí me quedaría contigo, apoyándote, llenándote de caricias, besos y amor como hasta ahora, pero no te puedo obligar, ya gasté tantas palabras en decirte lo mucho que te quiero y tú no lo has entendido aún y no sientes lo mismo por mí, o quizá sí, pero  no quieres sentir nada, arriesgarte ni vivir una vida apasionante.
Duele ¿sabes eso?, porque contigo había planeado mi vida entera, realmente me sentía feliz, fuiste el único al que quise entregarle mi alma y mi cuerpo, porque creí que valías la pena y todavía no sé si realmente vales la pena, lo único que sé es que no quisiste luchar por nuestro amor y tampoco me diste la oportunidad de comprobar si realmente eras el amor de mi vida.
Te dejo porque realmente eres tan inestable emocionalmente y una persona con esos conflictos hace mucho daño, porque jamás se decide a querer ni a ser feliz, ni aún a los seres que más lo aman, aquí se separan nuestros caminos y se borran los sueños que tuve contigo, se transforma el sueño que tenía de vivir contigo un amor eterno como el de alguna película, siento decirte todo esto, pero realmente es lo siento y no puedo callar, escribo porque es la única manera de sacar todo lo que siento.
Te deseo mucha felicidad, porque aún te amo tanto que no podría desearte tracosa, no te odio y espero que algún día  encuentres lo que estás buscando, lo que realmente te haga feliz o quizá la persona con al que te sientas contento, no solamente con quien tengas paz, pues era lo único que te provocaba, jamás pudiste amarme y lo entiendo.
Yo era una mala persona, dediqué mis días enteros a complacerte, no debí de molestarte cuando no tenías tiempo para mí, porque las pocas horas que te sobraban del trabajo y la escuela tendrían que haber sido para ti, debería de haber soportado que no me quisieras besar y me tenía que haber aguantado las ganas de estar junto a ti, perdóname, fui tan mala para ti.

Yo seguiré mi camino, las despedidas siempre son feas porque siempre se queda algo de una persona en la otra, recuerdos, vivencias, sentimientos, pesares, hasta rencores y palabras que jamás serán pronunciadas. Yo seré feliz te lo aseguro, porque es cierto, no te debo ocultar que me rompiste el corazón en mil pedazos, así como alguna vez alguien rompió el tuyo; volviste a repetir la historia y si algún día te preguntaste ¿por qué no te quisieron?, ¿qué es lo que habías hecho para merecer lo que te estaban haciendo?, ahora yo me lo pregunto lo mismo, mi único pecado fue amarte como te amé.
No sé porque las personas buenas deben correr suerte tan fea... querer, adorar y amar a quien no las quiere, no te guardo rencor, tú no tienes la culpa de no amarme, solo te pido que no vuelvas a hacer lo mismo con ninguna otra persona, porque solo me ilusionaste y me dejaste con las alas rotas.
Me costará reparar mis alas, pero volveré a volar. Hoy me tocó a mí la mala suerte, pero puedo levantarme, tengo muchos sueños, proyectos y algunas personas que me aman realmente, me costará levantar los pedazos de mi alma y de mi corazón , porque si de por sí ya estaba dañada y no tenía la ganas de amar a nadie, terminaste por acabar el último suspiro de ilusión y de esperanza en el amor.
El único reproche que te hago es que engañaste y me metiste muchas veces, fingir que me quieres es muy vil de tu parte, si alguien te hizo daño  y te dejo una  pared de hierro impenetrable para no sentir, ese vacío emocional y ese hueco hondo y profundo en tu alma y corazón yo no tengo la culpa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Caperucita ojos de miel

La silla del 3 de mayo

Eterna ciudad de zafiro