A un existencialista
Querido ATO
¡Eh
tú…si, tú! Tú, aquel que me lee, no quiero que hables, no quiero que pronuncies
ninguna palabra, ni mi nombre, porque soy el innombrable en tu vida y en la de muchos, ahora en adelante, solo
quiero que leas lentamente. No quiero oír ninguna palabra de ti, no me importa
lo que tengas que decirme, no me interesa, solo quiero que leas y que sea despacio y con mucha atención.
Yo no encuentro otra salida, solo una huida y si,
efectivamente huiré, cómo todo lo que huye en esta vida, moriré quizá, pero si muero algo
morará en ti también; todo
es efímero y nada permanece, el tiempo se desvanece, y el lazo que nos unía a
ti y a mi cuando eras pequeño ya no está.
No contestes a mi llamado porque es una
trampa y hago el último esfuerzo por
sobrevivir, porque
todo mi mundo se ha caído en pedazos, y todo es culpa tuya, por qué has dejado
de creer en mí y yo no tengo fuerzas
para mantenerme vivo ni de reavivar la pasión que provocaba en
ti cuando niño.
No intentes que sobreviva el recuerdo de tus imaginaciones, todo se ha acabado y me tengo que
ir, lo sé; todo es en vano ahora. Estoy cansado, muy cansado. No quiero parecer
exagerado, ni mucho
menos ingrato, te agradezco
el tiempo en el que has pensado en mí y me has imaginado junto a ti, sin embargo, te escribo porque no soporto la idea de morir y estoy
haciendo un esfuerzo para que me mantengas vivo, porque solo a través de ti
puedo seguir existiendo, pero sé que no cambiarás de opinión y ya no me darás una oportunidad nunca más.
Te
necesito desde hace mucho tiempo, necesito tus besos y aquella pasión con que adorabas a mi estatua
de barro. Si, leíste bien, pasión, no quiero sonar malvado ni
perverso; disculpa si te he
ofendido, pero eso yo observaba, porque no
quiero una pasión cualquiera, para mí, quiero una perfecta, soy egocentrista, lo sé y no me importa.
Quiero una pasión perfecta,
aquella que cae del cielo enmudecido y cae con niebla
en los ojos, de esa que no es de este mundo, sino divina, eso quiero. Lloro porque ahora descubro que
todo fue una mentira, mi vida fue una completa mentira porque yo no existo si
no me piensas, tú sabes de
que hablo, yo quiero huir y si no es contigo será solo conmigo, pero por desgracia no puedo hacer
nada si no hay un tú, porque hasta para morir debo pedirte permiso.
Ahora que eres
un ser racional, querido amigo, solo te quiero decir que me he descubierto, ¡te
necesito!, si a usted,
el que me lee, lo necesito;
incluso para mantenerme vivo o muerto te necesito, mis patadas de ahogado son pequeños lapsos escasos y sagrados, que dura poco, porque usted ya no cree en mí.
No me guardes más en tu memoria, solo léeme por última vez en tu
pensamiento y borra de ti toda la culpa por no creer ya en mí, en tu dios pagano, el que ya no existe, el
que ha muerto.
Kennze Darfur
Comentarios
Publicar un comentario